Aurkezpena – Presentación del libro “La desconquista e independencia de Navarra”

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      Tras escribir este último libro y el anterior he llegado a la siguiente conclusión:

       La causa principal de los males que aquejan a la sociedad navarra es la conquista permanente que padece.

      El papel de los actuales detentadores del poder en Navarra es el de conquistadores, y por ello indispensablemente corruptos, injustos y no democráticos.

      En Navarra la contradicción principal no es españolismo contra nacionalismo vasco, sino conquistadores contra conquistados.

      Las múltiples fracturas que ha padecido y padece la sociedad navarra son las consecuencias de las prácticas dominadoras  de los conquistadores. Así favorecen la división en bandos enfrentados: agramonteses/beamonteses, franceses/españoles, carlistas/liberales, nacionalismo español/nacio- nalismo vasco, buscando una sociedad dividida, dominada y negada, subordinada a las sociedades española y francesa.

      La fractura jurídica es fruto de la continuada conquista: la sustitución del Derecho navarro por el Derecho español y francés. La consuetudinización y primitivización de los derechos individuales y colectivos. La historia la niegan, la ocultan y tergiversan. Sujeto jurídico-político: pasivo, negado y separado. Ocultan la nación política y el Estado propio que es Navarra.

      Fractura territorial: imposición de la división en provincias. La conquista es la causa de la ruptura de la unidad territorial y de la fragmentación en dialectos del euskera.

      Las  tres crisis económicas superpuestas: la mundial, la de los conquistadores y la de los conquistados.

      Sustitución religiosa: con la conquista las jerarquías obispos y abades que son nombradas desde  España o Francia, así como la división en diócesis españolas o francesas. El poder religioso es gestionado al servicio de la cotidiana conquista de las mentes por la  Iglesia nacional española o francesa.

      La desconquista, sí se puede. Deskonkista,  bai posible da.  Este libro resulta rupturista con el actual sistema conquistador y ofrece un planteamiento complementario donde la sociedad civil tiene la palabra, todas las ciudadanas y ciudadanos, que exigirán de forma directa en las asambleas cívicas y en las instituciones la desconquista e independencia del Estado navarro.